Me cansé. Estoy harta de venderme a mí misma sueños a costa
de perder la realidad. Hasta aquí llegó. Así como una mañana de invierno yo
te perdí, así te digo hoy, el primer día de la primavera: te lo perdiste.
20 de marzo de 2013
18 de marzo de 2013
Recuerdo urbano
Aquí, bajo mis pies, solía pasar un canal. Profundo, lleno de agua, transportaba valsas cargadas de flores, de verduras, de personas dirigiéndose a la ciudad con la esperanza de venderlo todo. Poco a poco, el canal que comunicaba Xochimilco con el centro fue cambiando. Un día, como pasó con el agua del valle de Anahuac, el canal no pudo más y se secó: llevándose consigo los cantos, las leyendas y los sueños de aquellos que lo respetaban como si fuese un hermano.
Muchos años después, sentados en esta banca, te comparto el secreto que mi abuela me regaló: el canal de la Viga no ha muerto. Su alma se pasea bajo el asfalto. Por las noches, si cierras los ojos podrás escuchar al agua reir... como en los viejos tiempos.
Muchos años después, sentados en esta banca, te comparto el secreto que mi abuela me regaló: el canal de la Viga no ha muerto. Su alma se pasea bajo el asfalto. Por las noches, si cierras los ojos podrás escuchar al agua reir... como en los viejos tiempos.
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