En tu abrazo grande me siento como un valle rodeado de montañas un poco verdes, un poco azules. Cierro los ojos y siento la claridad de un lago transparente, de una ciudad pequeña.
¿Por qué este espejo de agua me atrae de tal forma? Nunca lo he visto y siento que lo conozco de siempre. Tan distinto al lugar en que crecí, como distintos tú y yo.... Nos situamos en un mapa de recuerdos viejos casi extintos que siguen respirando. ¿Cómo, quién nos enseñó a recordar lo que no vivimos? ¿Desde cuándo caminamos las calles con el cariño ausente de los otros millones de pasos?
"Ya puedes abrir los ojos" dices y acto seguido me encuentro con él: grande, perfecto, entrañable...
José Ma Velasco, Valle de México desde el Cerro de Santa Isabel |