En tu abrazo azul me siento mar en calma. Toda duda, toda desesperación se apacigua. Tras de mí queda el rastro de tristeza que me condujo a ti; mis pies pequeños dibujados en la arena.
Extrañas cosquillas en el estómago, como engranes que comienzan a funcionar cuando mis ojos se encuentran con los tuyos. Se mueve adentro mio... y se terminan las palabras. Sonrío, no puedo hacer más. Sonríes, azul.
Cierras los ojos, cierro los míos... a lo lejos escuchamos las olas de nuestro mar.