Vuelvo a la colonia Anzures después de un año. Qué relativo es el tiempo; parece que todo sigue igual y a la vez pequeños cambios revelan el paso de los meses. Un negocio que no estaba, balizamientos más desgastados, nuevos baches en el asfalto. Yo misma soy distinta a aquella que atravesaba Gutemberg en ecobici con su línea del deseo apuntando al hombre de los mapas. Irónico ¿he? El hombre de los mapas estaba más perdido que yo al terminar la universidad. Son finales de agosto y regreso con los mismos lentes pero con el cabello mucho más largo que en aquellos días.
***
Trescientos sesenta y cinco días después puedo mirarlo todo como a través de un espejo.
***
Batajando recuerdos-Claribel Alegría
Barajando recuerdos
me encontré con el tuyo.
No dolía.
Lo saqué de su estuche,
sacudí sus raíces
en el viento,
lo puse a contraluz:
Era un cristal pulido
reflejando peces de colores,
una flor sin espinas
que no ardía.
Lo arrojé contra el muro
y sonó la sirena de mi alarma.
¿Quién apagó su lumbre?
¿Quién le quitó su filo
a mi recuerdo-lanza
que yo amaba?
* Gracias Mafer por la recomendación del poema/ Gracias Xóchitl por ser motivo para reencontrarme con la Anzures
me encontré con el tuyo.
No dolía.
Lo saqué de su estuche,
sacudí sus raíces
en el viento,
lo puse a contraluz:
Era un cristal pulido
reflejando peces de colores,
una flor sin espinas
que no ardía.
Lo arrojé contra el muro
y sonó la sirena de mi alarma.
¿Quién apagó su lumbre?
¿Quién le quitó su filo
a mi recuerdo-lanza
que yo amaba?
* Gracias Mafer por la recomendación del poema/ Gracias Xóchitl por ser motivo para reencontrarme con la Anzures