Un festejo al pasado

Decenas de cabecitas blancas (unas que eran blancas pero ahora, gracias a un tinte, son rojas, negras, castañas.. y rubias) moviendose al compás de un viejo danzón. La plaza está alegre, la gente sonríe como nunca; es un buen día para romper la rutina, para ponerse ese vestido morado que ha esperado tanto tiempo, ese sombrero verde con una pluma azul, para maquillarse, para sentirse joven otra vez.

La música se acaba; "Un fuerte aplauzo [...] y así damos por terminado nuestro festival de hoy".

Se escuchan a lo lejos lamentos, pero no demasiados; los protagonistas de este baile están acostumbrados a las despedidas, a los finales tristes... así que (después de despedirse) olas de bailarines y bailarinas se desplazan hacia todas direcciónes: atraviezan el puente ("menos mal que son de rampita y no de escalones"), caminan hacia su casa, y otros más esperan en la parada al RTP, para viajar gratuitamente (cortesía del gobierno) y, con un poco de suerte, sentados ("en estos tiempos ya nadie le da el lugar a uno").

Yo me mezclo entre ellos, quiero sentir un poco de su nostalgia, quiero saber qué piensan, qué recuerdan, qué han olvidado... mientras a lo lejos se lee un grande cartel: "Feliz día del abuelo"

Such a pain

¿Cuántas veces me lastimaste? ¿Cuántas veces me enterraste un alfiler en el corazón? Me borraste de tu vida, me olvidaste... pero después vienes de nuevo; entras empujando todo lo que te estorba. Y no recuerdas las mamadas que dijiste, porque ahora ya eres otra persona ¿a caso me pediste perdón? No, no lo hiciste, sólo me dijiste que te encantaba hablar conmigo y me tomaste de la mano mientras corríamos bajo la lluvia, saltando charcos... y mi alma mojada ¿qué puede hacer más que seguir tus pasos confusos?

Fue demaciado para poder olvidarlo, te perdono, pero no puedo volver a confiar en ti.

Si el hubiera existiera

Por qué no te conocí cuando tenías 17. Pudimos haber salido a caminar por la ciudad juntos... discutido sobre arte surrealista y neoclásico. Tú con los números, yo con la filosofía, como diría Ricardo Arjona.

Y acostados en el pasto proyectar nuestras ideas hacia el cielo... así no sólo hubiera amado tu alma (como lo hago ahora) sino tu cuerpo también.

Hoy, al verte caminar, no puedo hacer otra cosa mas que exhalar; a ver si con el dióxido de carbono se va el que "hubiese sido" tu recuerdo.

Todo y nada

Habrán días grises... seguramente nos gritarémos el uno al otro, nos ignoraremos; yo me esconderé de ti y tú de mí. Y no luciré tan radiante como hoy... porque tendré ojeras y el cabello alborotado.

Pero siempre habrá un viernes... donde podremos salir al sol juntos, tomados de la mano. Lo importante es no olvidar que sin la oscuridad no habría día... y sin los malos momentos no existirían los mejores días de nuestras vidas.

Tu sonrisa es una como una rebanada de sandía en un día caluroso.

En la clase de filosofía

"Tendemos a negar el dolor... porque el dolor es malo... así que intento olvidar: me despierto en la mañana, voy al gimnasio, a la escuela.. saliendo voy a comer con mis padres (para estar con ellos, para no olvidarlos, para sentirme querido), me invento una salida con amigos en la tarde, unos tragos y llego tarde a mi casa... pero Al final a todos nos llega la noche  y a pesar de negarlo... en la noche mi corazón no deja de doler.

Ya en la mañana, acostado en la cama busco entre las sábanas.. pero ella ya no está, ella se fue."