Las flores silvestres que adornan nuestro camino, tus pies descalzos, los dos nadando entre la hierba morada que nos cubre las piernas. El metro infestado de gente; se abren las puertas y tiras de mi mano para salir... mientras (suave, lenta, casi imperceptiblemente) recargo mi cabeza en tu espalda. Cierras los ojos y estoy contigo. Jugamos a ser ranas, saltamos charcos, corremos entre las milpas, robamos elotes, antes de que el sol se esconda. Me enamoro -sin querer- de tu sonrisa de flor de calabaza, de tus ojos-camote, del simpático grillo que vive en tu oreja; tú sentado en la banqueta, yo buscando ciruelas entre las ramas del árbol más alto de la colina. Alejados del mundo, tiramos la escalera que nos ayudó a subir... nos quedamos arriba toda la noche.
-Las luces de la ciudad se ven mejor reflejadas en tus ojos- dices rompiendo el mágico silencio que nos envolvía. Me salvas de mí misma. Comienza a llover y como si fueras mi hijo duermes en mi regazo. No tienes por qué contarme tus pesadillas, lo sé desde la primera vez que me besaste; no eres libre. Como Perséfone* debes marcharte y yo como Démeter* me convierto en la primera hoja seca que es aplastada por tu tenis, contra el asfalto.
"Entre la muerte y yo he erigido tu cuerpo" Rosario Castellanos
*http://boj.pntic.mec.es/~aalamill/3_persefone.htm
:3 Rapto de persefone
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