23 de abril de 2018

Asfalto mojado

Mira qué rápido comenzó la temporada de lluvias. Apenas me estaba acostumbrando a volver a usar huaraches y ahora no puedo porque se me inundan los pies. Ah, pero no te espantes. Hoy no enumeraré los aspectos negativos que conlleva este pequeño diluvio en la ciudad. Me olvidaré de todo y dormiré escuchando el sonido que provocan los coches al avanzar rápido por el asfalto mojado. 



En días como hoy te extraño mares. Recuerdo el súper equipo que hacíamos juntos. Tú el de la acción, la ambición, excelente vendedor. Yo, la de la pertinencia, la que lo piensa todo y hasta después se anima a actuar. Equilibrio y contrapeso. El tiempo embellece lo que toca y a mí me da por añorar que estés aquí para echarme porras, o al menos para cocinarme un filete de pescado con chile morita.

***

Soñar trabajando, trabajar soñando. Por más que me esfuerzo no se me ocurren ideas geniales y emprendedoras que me hagan ganar mucho dinero. Eso es lo que importa, ya ves. Me siento cansada. ¿Cómo haces tú para recuperar la esperanza? A mí ya se me olvidó. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Y qué dices tú?