1 de enero de 2012

Hasta pronto

La música sigue sonando igual, tu cocina sigue teniendo ese aire de sabiduría conservada por generaciones, los pajaritos siguen cantando, tus viejos libros se siguen empolvando cada vez más y el sol entra de la misma manera por tu ventana. Pero tú ya no estás. La herida no sana (ni sanará nunca)... te extrañamos.

El futuro está cubierto de incertidumbre y no veo más que un camino adornado con luces de colores y sonrisas falsas... un camino que todos recorremos sin voltear atrás. Pero descubrir lo valioso que es el tiempo me hizo preguntar por mi pasado... un pasado que tú conservaste con cariño en tu comida, en tus palabras, en tus oraciones, un pasado que me da la fuerza para cambiar el camino. Hoy, con el golpe de tu ausencia, me doy cuenta que ahora me toca a mí conservar tu recuerdo.

Te esperaré este dos de noviembre, abuelita :)

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