23 de febrero de 2012

Dionisio contra Apolo

El casi imperciptible tacto de tu piel con la mia, aparentemente tan normal; un suspiro a escondidas, una mirada que quema la piel. Soy yo, con el asfixiante anhelo de tomar tu mano, eres tú, tan inexpresivo, tan ajeno. Somos nosotros; una sonrisa sarcástica, otra incontenida. No espero que me regales una promesa envuelta en lealtad, espero sólo el momento en el que, con los ojos cerrados y guiado por mis manos te quites esa tu máscara y te muestres desnudo, enloquecido, sin censuras, sin conciencia del pasado... ni del futuro. 

Toca mi cuerpo, memorízalo. Cose la herida de mi alma con el hilo de tu sangre. Lame mis lágrimas, cúbrete con mi piel, que mientras dure este momento seremos una sola sombra.




1 comentario:

¿Y qué dices tú?