25 de marzo de 2011

Una tarde de tu vida

Por hoy imaginaré que aceptas una de mis invitaciones anhelantes. Imaginaré que saldremos de nuestro día a día juntos y viajaremos sentados en algún micro. Ya me veo emocionada, relatándote toda clase de anécdotas urbanas (vividas e inventadas por igual).

Te quitaré los números que te andas cargando todo el tiempo y te tejeré un collar con ellos; te enseñaré a ver la vida desde un lugar distinto, desde un mundo de luces de neón, helados de $5, flores silvestres, gritos de vendedores, canciones populares, mentadas de madre, olores a jitomate y fruta en los mercados; un mundo donde las cosas más sencillas pueden hacerte sonreir.

Nos acostaremos en el pasto y dormiremos por primera vez juntos. Tú junto a mí, yo disfrutando la paz de tu sueño. La tarde a tu lado, viendo cómo se enferma el sol con el pasar de los minutos... hasta que desaparece. Callaré mi boca y callaré la tuya. Escucharás todo mi amor en el silencio; en los latidos locos locos locos de mi corazón.

Por hoy imaginaré que te das la oportunidad de ser feliz :) conmigo.






Imagen: Arráncame la vida

17 de marzo de 2011

Desde el jardín

Qué fácil es ser un colibrí, y alimentarse del néctar de una pequeña flor; llevarse sus palabras y sus ideas... escucharla por 5 minutos en la mañana. Y después olvidarla por el resto del día.





¿Por qué no plantar una flor en una maceta y ponerla en el dintel de tu ventana?


15 de marzo de 2011

Dónde, dónde

Se escaparon todas mis esperanzas; huyeron al ritmo de tus pasos... lentamente y aun así no las pude alcanzar. No quise ver hacia dónde te dirigiste, pues seguro no era hacia mí.. no.

Hoy no quiero ya buscarte... mis pies duelen al igual que mi alma. Hoy fingiré no haberte conocido nunca, hoy te comprimiré en un zip y te guardaré en lo más profundo de mi corazón.







Qué nos podría separar... si nada nos une.


10 de marzo de 2011

Cinco cuarenta y cinco de la tarde


El viento hace caer las hojas de algunos árboles; tu cabello moviéndose al compás de una melodía que sólo tú conoces. Tus palabras en forma de flores amarillas curan mi alma herida, ¿será porque son mágicas, o porque son lo que necesitaba oír? El amor me hace ver todo en tono sepia.


Tus zapatos despintados, tan viejos... ¿Cuántos pasos te tomó llegar hasta aquí? ¿Cuántos días? ¿Cuántas lágrimas? Ahora lo sabes; no tendrás que ser un viajero errante nunca nunca más.


4 de marzo de 2011

Una mañana de febrero

La tranquilidad que sentí al tomar tus manos entre las mias. Mirarte a los ojos y ver más allá de ti, saber que estás cerca.... hasta que el ruido de los coches en la mañana me hace despertar.

Y no recuerdo qué palabras te he dicho y cuáles sólo he soñado que te decía.