17 de marzo de 2011

Desde el jardín

Qué fácil es ser un colibrí, y alimentarse del néctar de una pequeña flor; llevarse sus palabras y sus ideas... escucharla por 5 minutos en la mañana. Y después olvidarla por el resto del día.





¿Por qué no plantar una flor en una maceta y ponerla en el dintel de tu ventana?


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